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DESDE CERO.

Decorar una casa partiendo de cero es un reto que apasiona a cualquier enamorado de la decoración. Colocar, reubicar, añadir, probar, apilar, mover…forman parte de todo un ritual que pretende dotar de vida al interior de la casa y convertirla en un verdadero hogar. Pero hacerlo desde cero implica un esfuerzo adicional que consiste en planificar para no perderse en el camino…

En primer lugar es necesario organizar el espacio y decidir qué se desea hacer y dónde teniendo en cuenta el presupuesto a disposición. La utilidad que se le dé a cada estancia siempre va a depender la luz y del espacio que del que esta disponga, así como del ruido. Por este motivo, resulta recomendable situar un despacho en una estancia que de a la calle en lugar de un dormitorio, especialmente si se trata de una vivienda en un piso bajo que previsiblemente va a sufrir la contaminación acústica del exterior.

Resulta también de gran utilidad hacer una lista de todos los muebles disponibles y que no forman parte de ningún conjunto inseparable. De esta forma se puede proyectar una especie de plano con la posible colocación de cada pieza. Esto permite evitar futuras sorpresas ya que es muy habitual que el planteamiento mental no coincida con las necesidades reales.

La luz es otro elemento fundamental puesto que cada estancia adoptará un papel diferente dependiendo de si va a gozar o no de luz natural. También conviene plantear cuáles serán los puntos de luz artificial lo cual exige conocer de antemano la ubicación de las distintas piezas de mobiliario como, camas y sofás.

El color llega después. Dependiendo del estilo de los muebles, de la tapicería de las sillas y de las cortinas o los estores, se procederá a pintar las paredes. Otra opción es adoptar el tblanco puro o el blanco roto independientemente del resto de elementos ya que son siempre apuestas ganadoras.

A la hora de personalizar el hogar y de elegir los complementos,conviene decidir previamente si existen elementos de valor a los que se desee dotar de protagonismo visual para después adaptar el resto de accesorios decorativos. Y, para quienes posean un espíritu algo más desenfadado, se puede jugar a colocar  objetos propios de una habitación en otra (un juego de porcelana fina en un dormitorio o un cuadro al óleo en el baño en lugar del salón) para provocar efectos insólitos.

En realidad, las posibilidades son infinitas y todas dependen del estilo, gustos y preferencias personales pero, aunque se empiece de cero, una casa no es un proyecto que deba ser terminado en un día. Toda gran obra lleva su tiempo…lo único que hace falta es un poco de planificación y paciencia!

Fuente: tudecora.
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Imagen: Pixabay

 

 

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