La pintura aislante térmica es una solución de alta tecnología con una fuerte capacidad de aislamiento. Tiene su origen en la industria aeroespacial y se desarrolla mediante el empleo de nanopartículas y microesferas de cerámica en la mayoría de los casos. Su efectividad está ampliamente demostrada.
Sus aplicaciones son muy variadas por lo que resulta de especial interés para el sector de la construcción para sistemas de impermeabilización, sellado de conductos, pinturas interiores y exteriores sobre diversos materiales (hormigón, ladrillo, yeso…), revestimiento de conductos, aislamiento de tanques, cavas…etc. Incluso para fines decorativos.
Como aislante sus cualidades son innegables: en climas cálidos llega a reducir hasta en 10ºC la temperatura de cubiertas de acero, aluminio, acrílico, lámina, materiales galvanizados, metal, vidrio, etc. y hasta 30ºC en placas de hormigón. En ambientes fríos, contribuye a mantener el nivel de humedad correcto y evita la aparición de humedades, mohos, bacterias…etc.
Entre sus principales ventajas destacan:
- posee unas extraordinarias propiedades elastométricas y la capacidad de reflejar, refractar y bloquear la radiación del calor.
- irradia los rayos solares tanto infrarrojos como los rayos UV a la atmósfera.
- mantiene el ambiente fresco en verano y cálido en invierno.
- proporciona una excelente resistencia a la suciedad, moho y algas.
- facilita un ahorro aproximado del 10% en gastos de calefacción y aire acondicionado.
- mejora la estética y las condiciones de salubridad en interiores gracias a sus propiedades anticondensación y permite reducir al máximo el escape de calor.
En definitiva se puede considerar una opción claramente recomendable para incrementar el grado de aislamiento de todo tipo de espacios y disfrutar de ambientes optimizados térmicamente y mucho más saludables:
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Fuente: Canal construcción.
